Proxémica sonora
La proxémica “se refiere al empleo y a la percepción que el ser humano hace de su espacio físico, de su intimidad personal (…)” (Wikipedia).
Manejamos las distancias con quienes nos rodean acercándonos ,alejándonos, modificando nuestra postura…, pero
no solo nuestro cuerpo juega con las distancias sino que también el volumen y tono de nuestra voz, pueden acercarnos o alejarnos de nuestros interlocutores. Clic para tuitear
. Volumen
Las modificaciones que vamos realizando en la intensidad con la que hablamos inciden en la distancia a la que vamos situándonos de nuestro interlocutor.
El susurro nos acerca y crea un espacio íntimo, mientras que los gritos marcan una gran distancia, aún cuando los hablantes se encuentren próximos. Clic para tuitearPiensa en cómo se dirige un alto mando del ejército a un soldado, el elevado volumen de la voz que utiliza informa de que no están en absoluto compartiendo un espacio íntimo, aunque sus cuerpos estén físicamente cercanos.
Si escuchas y te escuchas saludar o intercambiar un par de frases con desconocidos en un espacio reducido, un ascensor por ejemplo, descubrirás que la intensidad de tu voz es mayor que la que sería necesaria para hacerte oír. Ello es así porque intentarás atenuar la incomodidad de estar tan cerca de cuerpos desconocidos, situándolos con tu volumen un poco más lejos.
Por el contrario, tu volumen descenderá hasta acercarse al susurro si estás hablando con alguien a quien deseas aproximarte. Fíjate la próxima vez que tengas una cita con una persona que te resulte atractiva, comprobarás que tu voz hará por acortar las distancias.
Pero no solo nuestra voz marca distancias, también el volumen del sonido circundante lo hace de manera efectiva.
Así, en una discoteca el alto volumen de la música de alguna manera actúa como barrera que nos mantiene a distancia de los otros, mientras que una música suave enuncia el deseo de establecer un espacio de intimidad.
. Tono
Cuando gritamos también nuestra voz se vuelve más aguda, quizá en ello esté la razón de que los tonos agudos nos transmitan una mayor distancia que los graves.
En entradas anteriores hemos hablado de que las voces que percibimos como más seductoras o atractivas, son voces moderadamente graves, es decir: que acortan distancias.
Un dato curioso: todos los actores saben que si desean darle valor a una palabra, no deben subir el volumen sino bajarlo, porque al hacerlo obligan al espectador a acercarse (simbólicamente) a escucharla.
Y tú: ¿cómo manejas tu volumen cuando tratas temas importantes?
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Artículo publicado por Carmen Acosta el 13 de junio de 2018, en 20min Blog de Alicia Martos, Comunicación no verbal: Lo que no nos cuentan.
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