Los formantes que se sitúan alrededor de los 3000Hz consiguen que la voz humana se escuche por encima de todos los instrumentos de una orquesta.
El oído humano, en concreto la pars petrosa del hueso temporal, tiene una “simpatía” especial por estas frecuencias.
Y el ligamento ariepiglótico, que une los aritenoides con el cartílago epiglótico, el mismo que sirve de tapadera al sistema respiratorio en la deglucción , es el principal responsable de conseguir que la proeza se produzca.
Proyectar es lanzar, dirigir hacia delante o a distancia. ¿Hacia dónde? Como dice Le Huche: al oído del receptor.
La proyección de la voz es una acción, una acción dirigida y por lo tanto es una acción con finalidad. ¿Cuál es la finalidad de lanzar palabras?, las posibilidades de respuesta son tantas como intenciones, pero si hacemos caso a los retóricos clásicos, podríamos aunarlas en tres categorías: convencer, enseñar y deleitar. Estas tres, sin embargo, también son reductibles a una categoría de nivel superior, pues todas tienen un rasgo común decisivo: su objetivo. Convencer, enseñar o deleitar, son formas de producir un efecto en el receptor, es decir, tienen en común que obedecen a una intención de tipo apelativo.
Sin embargo, la finalidad apelativa está supeditada a que el mensaje sea recibido, es decir a que la palabra se oiga y entienda. La finalidad apelativa sirve de motor de arranque de la proyección vocal, pero si el motor no tiene listas sus piezas no arrancará o no lo hará en óptimas condiciones.
Por tanto, el entrenamiento debe dirigirse en primer lugar a manejar con destreza los resortes corporales que son responsables de la audibilidad en condiciones no cotidianas: el esfínter ariepiglótico y de la inteligibilidad: los órganos del habla.
3000herzios by Carmen Acosta Pina is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 3.0 Unported License.
No comments, be the first one to comment !